Hay quien llama a esta postura la postura de la amazona, hay quien la llama la de Andrómaca
Aristóteles, por su , señaló la conveniencia de abortar cuando el número de hijos superase la tasa de natalidad convenida, pero puso buen cuidado en advertir que el aborto debía realizarse antes que el embrión tuviese sensaciones, es decir, antes de que se transformara en un ser vivo.
