Para esto es indispensable buscar un entorno sosegado
El misterio que envuelve la Esfinge atraerá al Niño como un imán potente. La curiosidad nata del Niño le va a hacer sentirse intrigado y le va a hacer querer explorar. Solo la impaciencia del Pequeño puede asustar a la Esfinge y hacerla que se encierre a una prudente distancia.
