Me llamo Eva y soy una de las scorts más cariñosas con las que puedes citarte
No le amo, en absoluto; por contra, le detesto, es una sin relevancia, desgalichada, estúpida cenicienta. Usted jamás me escribe; usted no ama a su marido; usted sabe qué placeres sus letras le dan, pero ¡todavía de esta manera no le ha escrito seis líneas, informales, a las corridas!