Sí soy consciente de que mis palabras pueden volver a parecer demasiado místicas o bien orientales, mas estando ya en el blog VI, habríamos de ser capaces de localizar sin problemas una aplicación práctica de ellas. En cualquier caso, unos ejemplos prácticos podrían ser.
Es peligroso, sin duda; pero asimismo tiene cabida en el juego sado. El fuego puede transformarse en protagonista estelar de una escena sadomasoquista, pero debe hacerlo, como todas las formas extremas del juego, contando con todas las garantías de seguridad necesarias para impedir un daño indeseado.
Se recomienda que ingieras grandes cantidades de líquido ya antes del sexo y que a su vez evites ir al baño, este acto hace presión en tu vejiga y a en consecuencia en tu pene. Esta presión en la que tu controlas para evitar mear es la misma que controla tu eyaculación.
Al charlar de fantasías femeninas, no me refiero a objetivos que las mujeres quieran efectuar necesariamente. Tampoco estoy dando a entender que todas y cada una de las mujeres deban tener una conciencia clara de ellas.
Ainhoa es una mujer con un cuerpo bien cuidado, muy apetecible para los caballeros que visitan su alcoba. Con su reluciente sonrisa, con sus aterciopeladas manos y con sus formas educadas, conseguirá que te sientas a gusto a su lado.
Los tántricos creen que una forma importante de alcanzar la conciencia es amarte y aceptarte a ti por lo que eres y con lo que representas. Esta conciencia entonces estimula tus poderes espirituales y sexuales superiores.
Los látigos con trallas cortas son útiles para practicar a cortísima distancia del Sumiso/a o bien sobre una del cuerpo muy precisa y limitada. Los látigos clásicos tienen entre 15 y 25 trallas, el doble suele dar una versión de látigo llamada Flogger.
Mi trato es delicioso y muy elegante en mis actos y disfrutaremos de instantes imborrables. Conmigo absolutamente nadie queda indiferente.
De mentalidad abierta y sin tabúes, soy esa teen dulce y lasciva con la que siempre y en toda circunstancia soñaste vivir una aventura llena de pasión y sexo. Ven a hacerla realidad. Te resultará imborrable.
No abriguéis escrúpulos morales acerca de la destrucción del producto de vuestro vientre… estimad que el hijo es un tumor maligno y liberaos de él… incluso cuando el niño hubiera nacido ya, aún tendréis derecho de destruirlo. (pág. 214)
